El péndulo de cada uno, la conciencia de cada uno.Entre quien corresponda el propósito de volver a abrir los viejos y crueles cerrojos que impiden que un Cristo marchito, sin luz y sin vida, como es el de la Vera Cruz, vuelva a caminar por Ceuta, en la noche del Martes Santo, amando, sufriendo y perdonando.
Y también su Madre, Nuestra Señora del Desamparo, la del palio de color cardenal, belleza italiana en un rostro afligido y transido. Virgen de los Gladiolos, que si un miembro de la familia Orozco evitó que cayeran en el olvido, la saga de los Orozco es lo suficientemente cristiana y caballa para evitar que, en adelante, y sobre las capillas de estas imágenes vuelva a crecer un traicionero polvo. Porque a un pueblo al que se le muere un monumento, una iglesia, una cofradía, como es esta de la Vera Cruz, es que tiene moho en la sangre.
Manuel Abad Gómez
PREGON SEMANA SANTA 1992